Casi a diario, todos nos encontramos con situaciones en las que queremos hacer una crítica o sugerencia a otra persona. Incluso puede que tengamos entre nuestras responsabilidades revisar y valorar el trabajo o comportamiento de alguien y darle pautas para que realice cambios o mejoras en él.
En este proceso, conocido como feedback o retroalimentación, el receptor manifiesta un conjunto de reacciones o respuestas ante un emisor que puede o debe tener en cuenta esta información para cambiar y modificar su mensaje y/o comportamiento.
Aunque pueda parecer sencillo, no se trata de una tarea que pueda hacerse con demasiada espontaneidad y poca preparación. A veces, la retroalimentación se convierte en una situación incómoda para emisor y receptor, y un mal feedback -tanto en el entorno personal como laboral- puede repercutir en aspectos como la autoestima, la motivación o la productividad.
La técnica del feedback tiene efectos en la autoestima, la productividad y la motivación Clic para tuitearEn este post voy a darte algunas herramientas de Programación Neurolingüística (PNL) a seguir para dar feedback con un estilo de comunicación positivo que contribuirá a mantener y reforzar los vínculos entre emisor y receptor y a conseguir los objetivos del proceso de retroalimentación.
Genera un clima propicio para el feedback
Las críticas mal formuladas no suelen ser plato de buen gusto para nadie, pero si aprendemos a realizar comentarios y críticas constructivas, nuestro entorno nos agradecerá la opinión y tendrá en cuenta los comentarios recibidos, utilizándolos como consejos para mejorar un aspecto determinado, ya sea a nivel personal o profesional.
Algunas técnicas de PNL pueden ayudarnos a crear un buen clima antes de iniciar el proceso de retroalimentación y preparar el cerebro de nuestro interlocutor para que reciba la información que queremos darle.
Y es que, cuando nuestro cerebro identifica una amenaza, se activa la zona de la amígdala, uno de los centros emocionales del cerebro encargado de detectar los peligros y que desencadena emociones y reacciones ante ello.
El psicólogo estadounidense Daniel Goleman define como secuestro amigdalar aquellas situaciones en que nos dejamos llevar por el miedo o la angustia de un modo que no es adaptativo ni lógico y donde la desesperación nos impide encontrar la respuesta adecuada.
Tres herramientas de PNL para destensar la comunicación
Practica el rapport
El rapport es un fenómeno en el que dos o más personas sienten que están en “sintonía” psicológica y emocional. En un entorno comunicativo, podemos generar rapport para establecer sintonía con la otra persona y mejorar así el resultado de la comunicación.
Se trata de un acompañamiento discreto mediante el cual nos podemos sintonizar con la otra persona, bien sea acompañando sus gestos y movimientos, adaptando nuestro tono de voz al suyo, usando sus mismas palabras o frases, etc…
El rapport es un acompañamiento sutil que, bien hecho, es imperceptible para la otra persona. Sin embargo, contribuye a identificarnos mejor con nuestro interlocutor y favorece la empatía y la comunicación.
Separa el comportamiento de la identidad
Para favorecer la comunicación positiva, es útil distinguir los niveles de comportamiento de los niveles de identidad. En un momento dado, una persona puede comportarse de un modo perezoso, despistado, ambiguo o inseguro. Pero ello no implica que esa persona tenga estas características en su DNI ni en su ADN.
La identidad es lo que somos, nuestra esencia, y el comportamiento es lo que hacemos en un determinado momento y bajo unas circunstancias concretas.
Tener esto claro nos permitirá mejorar nuestra comunicación, expresándonos de forma correcta y respetando a la otra persona al valorar su comportamiento en lugar de su identidad. Así, en lugar de decir “eres un despistado, eres infantil” podemos elegir fórmulas como “estás despistado, (eso) es un despiste, tienes un comportamiento infantil…”
La identidad es lo que somos. El comportamiento es lo que hacemos bajo unas circunstancias concretas. Clic para tuitearIdentifica la intención positiva de la otra persona
Una de las premisas de la PNL es que todo comportamiento encierra una intención positiva. Detectar la intención positiva que encierra el acto de nuestro interlocutor, nos permitirá entender mejor sus motivos y nos ayudará a ponernos en su lugar, con lo que podremos dar un mejor feed back.
En este otro post sobre asertividad y técnicas para decir que no, puedes ver un ejemplo sobre la intención positiva.
La comunicación, clave para dar un buen feed back
Si no estás acostumbrado a hacer críticas o dar pautas, puede que tengas dudas de por dónde empezar, qué palabras usar o cómo expresar lo que no te ha gustado…
Unas sencillas pautas de comunicación te pueden ayudar a normalizar el proceso de dar feedback y conseguir que sea más efectivo. ¿Quieres saber cómo?
Describe la situación
Explica brevemente la situación de forma descriptiva, evitando entrar a valorarla y tratando de evitar utilizar adjetivos. Haz comentarios de forma breve y concisa, sin dar rodeos y sin alargar la explicación.
Puedes usar fórmulas como “hay dos cosas a tener en cuenta; es necesario corregir estos aspectos; he detectado estos puntos de mejora…
Explica qué efectos tienen y qué impacto causan los aspectos de mejora detectados
Expón las consecuencias de aquellos aspectos o puntos de mejora descritos anteriormente.
Una buena manera de hacerlo es transmitiendo la sensación que nos causa una cosa. Al decir “me da la sensación de que”, estamos exponiendo una experiencia subjetiva, que será más fácil de entender y asimilar por parte de nuestro receptor que si usamos otras fórmulas más directa.
Propón una solución o alternativa
En cualquier contexto en el que estamos emitiendo una crítica, es aconsejable proponer, indicar o apuntar una alternativa para mejorar aquello sobre lo que estamos opinando.
A la hora de plantear la alternativa, hazlo en forma de pregunta para facilitar que el receptor pueda unirse a la conversación y expresar su opinión: “¿Qué te parece si añadimos esto o aquello?”; “¿quizás se podría buscar otra manera más directa como por ejemplo…?”
Evita repeticiones con la técnica del puente al futuro
Cada aspecto que logramos detectar y mejorar a través del feedback positivo, debe fijarse como un aprendizaje conseguido. Así evitaremos volver a encontrarnos con la misma situación y tener que repetir el mismo feedback sobre algo ya tratado.
Para ello, podemos utilizar una técnica que en PNL se conoce como puente al futuro. El puente al futuro responde a la pregunta ideal de cómo sería o como nos gustaría que fuera la próxima vez que nos encontremos en una determinada situación.
Para aplicarla, debes asegurarte de que el receptor ha obtenido un aprendizaje positivo del feedback realizado y, una vez comprobado, puedes plantear la pregunta o invitar a que la persona en cuestión reflexione sobre ella: ¿la próxima vez que te encuentres en esta situación, cómo lo harás o cómo te gustaría hacerlo?.
Si lo prefieres, puedes establecer tú mismo el puente al futuro, explicando “la próxima ocasión me gustaría que tuvieras en cuenta estos aspectos” o quizás crear el puente al futuro entre los dos.
Tu feedback es tuyo, elige cómo y cuando usarlo
Es sabido que la objetividad no existe y cada vez que transmitimos algo, lo hacemos desde nuestra absoluta subjetividad. Puede que dicha subjetividad esté asentada en nuestra experiencia y conocimientos, pero no existe una única manera de hacer las cosas y, al indicar cómo consideramos que debe hacerse algo, debemos tener en cuenta que quizás no todo el mundo comparte nuestra opinión.
Además, es importante recordar que la retroalimentación no es solo aplicable a situaciones que queramos mejorar. Es muy recomendable y poco común dar feedback positivo a alguien ante sus acciones correctas, su comportamiento positivo o su buen criterio.
Al tratarse de un proceso comunicativo, el feedback es una excelente herramienta para mejorar las relaciones personales y profesionales que puede ayudarnos a afianzar vínculos y cumplir objetivos. ¿Te animas a practicar alguno de estos consejos? ¿Tienes alguna duda sobre cómo hacerlo? Comparte tu opinión!
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¡Hola!
Bonito artículo. Quiero aplicar esto para hablar con mi psicólogo y no sé muy bien cómo.
Sé, lo supongo,, que él me habla con la mejor intención pero , a veces, no me siento entendida. En esas ocasiones siento que mi preocupación le parece una tontería. He reflexionado y supongo que lo que intenta es hacerme pasar a un estado de ánimo positivo pero reconozco que me duele que no se pare un momento a mostrar su comprensión: me siento ridícula y avergonzada en esos momentos. Sobre todo cuando vuelvo a casa. Me siento como si todo hubiese sido una pantomima. Que no le caigo bien pero tiene que sonreir para que no se le note su desidia.
A ver cómo le transmito mi sentir a mi psicólogo. Cómo creo el clima propicio para hablarle. No quiero herir solo quiero hacerle ver cómo me siento.
Me gustaría una opinión.
Muchas gracias.
¡Un saludo!